30 de noviembre de 2009

BENGUEREL, escritor y memoria del Poblenou

"Jo, pobre de mi, sóc un humil servidor de les coses que estimo"
Xavier Benguerel Llobet ha sido sin duda uno de los escritores más emblemáticos del Poblenou. Muchas de sus obras recrean el ambiente obrero del barrio. Nació en una modesta calle que llevaba el nombre de Guifré el Pelós en el 1905. Pasando luego a vivir a la calle Llull y posteriormente al Paseo del Triunfo ("la Rambla"). En el 1924, con sólo 18 años funda con su amigo Salvador Roca la revista "Poble Nou", dedicada a la literatura y las artes, con el propósito de acercar la cultura a los trabajadores, que vivían asfixiados en una dura realidad  de explotación y conflicto social. Ya sus primeras obras retratarán ese ambiente gris y su sensibilidad queda impresionada para toda la vida con aquella imagen de las mujeres que trabajaban en la fábrica, conocida como "El Cànem", de hilatura de yute con la que se hacían los sacos. Era la más grande de España y pertenecía a los hermanos Godó (los que fundarían el diario "La Vanguardia"), parientes de su abuela. Xavier lo describe así: "D’aquella fàbrica del Poble Nou, tothom en deia “ El Cànem”*. De les dones i de les criatures que hi treballaven un gavadal d’hores diàries, “les xinxes”.Entre els meus primers records hi ha aquestes dones i aquestes criatures. Exhalaven un tuf espès, d’olis pesats, d’espart, de borra, de miseria. Com si no tinguessin edat, com si fossin bèsties de bast, energía a baix preu. Quan la sort hi ajudava, ho deien, morien entre els 35 i el 40 anys. A l’hora de dinar s’installaven pels voltants de la fàbrica. Seien a terra, els que tenien sort a l’ombra dels pàtans ../.. Al cap d’uns quants anys – casualitat, què voleu fer-hi!--, a pocs metres de distancia, van instalar-hi la caserna de la guardia civil. L’ordre es sagrat. Les vagues alteren producció, escandalls, beneficis. A les nou o les deu de la nit, aquelles dones i aquelles criatures sortien com un ramat de la cleda. Brutes, exhaustes, com somnàmbules. La majoria enfilava el camí de Pequín o de la Marbella**, residències poètiques entre clavagueres, als sorrals de la platja."
Después del triunfo del golpe de estado fascista se exilió y fue en Chile donde hizo fortuna con unos laboratorios farmaceuticos, si bien no dejó de cultivar su verdadera vocación, la literaria, publicando "Sense retorn" y "La máscara". En 1954 vuelve a Cataluña y funda "El club dels Novel·listes"donde publica obras suyas pero también de Rodoreda, Capmany, Villalonga, Sales, Folch i Camarasa y otros. En 1974 recibe el premio Planeta, por la edición bilingüe de "Icaria, Icaria", reflejo de las utopías obreras y de aquellos conflictos sociales de su barrio natal. También destacó como traductor del francés de poetas como Baudelaire, Mallarmé o La Fontaine.
Murió en 1990 lamentando publicamente la destrucción de su barrio iniciada con la excusa de los Juegos Olímpicos del 92.
*Después de la guerra las naves del Cànem fueron habilitadas como una improvisada prisión, un auténtico campo de concentración, donde se hacinaban los presuntos "desafectos al régimen"
**Barrios de barracas y chabolas, extremadamente pobres.

4 de octubre de 2009

::::::: Antonio Ortiz, un luchador anarquista :::::::


Jo sóc fill de Poblenou, del barri de la Plata, cantonada del carrer Independència i Wad Ras, justament davant de casa hi havia una font on les noies anaven a buscar aigua..."

Antonio Ortiz Ramirez nació en 1907, en el barrio del Poblenou, en la esquina de la actual calle Badajoz con Dr. Trueta. Como era habitual en aquellos tiempos, de niño apenas fue a la escuela, comenzando a trabajar por necesidades familiares a los 11 años. 
Con sólo 14 años se afilió al sindicato de la Madera de la CNT donde con el tiempo ocuparía cargos de responsabilidad. Ya durante la 2ª República a finales de 1932 se declara una larga huelga de ebanistas con él presidiendo con sólo 25 años la Junta Sindical. Con esa edad era ya consciente de que el nuevo régimen no significaría un cambio cualitativo en la vida de los trabajadores y se alineó en la corriente faísta de la CNT, participando en la insurrección de Enero de 1933 formando parte de los "Comités de Defensa del Pueblo Nuevo", lo que le supuso ser torturado y un tiempo de prisión. 
Una vez libre junto a García Oliver, Durruti, F. Ascaso, Jover, Sanz y otros forma el grupo de afinidad "Nosotros", cuya importancia se pondría de relevancia en la derrota del Golpe de Estado fascista del 19 de Julio en Barcelona.

Después del cual salió al mando de la 2ª Columna de milicianos, detrás de la de Durruti, al frente de Aragón, donde ayudó también a la formación del Consejo de Defensa de Aragón, presidido por Joaquín Ascaso, dando cobertura al mayor ensayo práctico de las ideas libertarías, las colectividades agrícolas. 
Pero un año más tarde fue victima de la conspiración* del comunismo estalinista junto con algunos elementos gubernamentales de la CNT. Sabiéndose perseguido huyó a Francia donde sufrió un intento de envenenamiento. Después de pasar por varios campos de concentración se alistó en el ejército de liberación francés. Acabada la 2ªGuerra Mundial participó en un atentado fallido contra el General Franco, cuando a bordo de una avioneta se pretendía bombardear la embarcación desde donde el dictador observaba una regata de traineras en San Sebastián. 
Partió luego rumbo a Sudamérica recalando durante años en Venezuela. Allí vivió hasta el 1987, cuando después de serle reconocida una paga como militar de la República viajó hasta su ciudad natal, Barcelona. 
Murió en el olvido en 1996 en la residencia de ancianos de La Verneda, aunque unos pocos meses antes había sido entrevistado en esa misma residencia. El resultado es un documental de producción anglofrancesa en dos partes, donde la balbuceante voz de Ortiz posee la fuerza de la sinceridad y no rehuye hablar de nada. Sus recuerdos sirven para hilvanar otros documentos de la época, algunos conocidos, otros no, relatados en inglés. Sin duda un gran documento...
“Ortiz, géneral sans dieu ni maître” / “Ortiz, the anarchist general”
de Ariel Camacho, Phil Casoar, Laurent Guyot  (1996)


* Para saber más: Ortiz, general sin dios ni amo, de José Manuel Márquez y Juan José Gallardo; Ed. Hacer, Barcelona, 1999.

3 de septiembre de 2009

EL JÚPITER (Historia paralela de este club de fútbol y del Poblenou):::::::::::::::::::::::::::::::::::

En 1909 en la playa de la Mar Bella los domingos por la mañana eran frecuentes los concursos de globos aerostáticos. La junta del recién constituido club de fútbol de la barriada de Pueblo Nuevo decidió tomar el nombre del globo vencedor en uno de esos concursos. Ganó uno que llevaba el nombre de Júpiter. Solían jugar en un descampado del Campo de la Bota.


Federado en 1912 el club diversificó sus actividades deportivas entre las que destacaban las secciones de atletismo y excursionismo, a las que se sumaba la edición de un boletín. En 1921 el club adquirió el campo de la futura calle Lope de Vega en el que se construyó una tribuna de madera. En los años veinte el club gozó de una gran popularidad y una enorme asistencia de público a los partidos.El Júpiter se proclamó campeón de España de segunda en la temporada 1924-1925. Tenía una cantera propia y eran muchos los jóvenes que deseaban jugar en el equipo, puesto que algunos jugadores habían conseguido fichar por otros equipos de mayor nivel y posibilidades económicas. Pueblo Nuevo en los años veinte y treinta era un barrio eminentemente obrero y fabril, cenetista y republicano. La presencia de la CNT en la vida cotidiana de los obreros era omnipresente, tanto como factor de adaptación de la masiva emigración a un medio urbano hostil, como garantía de solidaridad ante la explotación del patrono, las injusticias, la desigualdad social, la brutalidad policial, el paro o la enfermedad. El catalanismo por su parte era absolutamente predominante entre la pequeña burguesía y los industriales. El Júpiter durante la Dictadura había sufrido directamente la represión, llegando a prohibirse la estrella de cinco puntas sobre cuatro barras de su escudo por sus connotaciones independentistas y catalanistas. Los militantes anarquistas aprovechaban los desplazamientos del club para transportar pistolas dentro de los balones, que por entonces estaban formados por una cámara de aire en el interior de un cuero que se cerraba mediante unos cordones. Bastaba con sustituir la cámara de aire por las pistola desmontada. Las ideas y actividades políticas de los socios o simpatizantes del Júpiter eran inevitablemente molestas al gobierno de Primo de Rivera. El campo del Júpiter de la calle Lope de Vega fue utilizado en julio de 1936 como punto de encuentro para iniciar la insurrección obrera contra el alzamiento militar, por la cercanía del domicilio de la mayoría de anarquistas del grupo "Nosotros" y la enorme militancia cenetista existente en el barrio. El Comité de Defensa de Pueblo Nuevo había requisado dos camiones de una cercana fábrica textil, que fueron aparcados junto al campo del Júpiter, que los anarquistas utilizaban también como arsenal clandestino. Gregorio Jover vivía en el número 276 de la calle de Pujades. Ese piso, durante toda la noche del 18 al 19 de julio, se había convertido en el lugar de reunión de los miembros del grupo "Nosotros" en espera del aviso del alzamiento militar. Acompañaban a Jover, Juan García Oliver, que vivía muy cerca, en el número 72 de la calle Espronceda, casi esquina a Llull; Buenaventura Durruti, que vivía a un kilómetro escaso, en la barriada del Clot; Antonio Ortiz, nacido en el barrio de La Plata de Pueblo Nuevo, en el chaflán de las calles Independencia/Wad Ras (ahora Badajoz/Doctor Trueta); Francisco Ascaso, que vivía también muy cerca en la calle San Juan de Malta; Ricardo Sanz, también vecino de Pueblo Nuevo; Aurelio Fernández y José Pérez Ibáñez "el Valencia". Desde el piso de Jover alcanzaba a verse la valla del campo del Júpiter donde estaban aparcados los dos camiones. A las cinco de la mañana llegó un enlace comunicando que las tropas habían empezado a salir de los cuarteles. La táctica obrera había acordado dejar que las tropas salieran a la calle sin hostigarlas, porque sería más fácil derrotarlas fuera de los cuarteles. Las calles Lope de Vega, Espronceda, LLull y Pujades, que rodeaban el campo del Júpiter, estaban repletas de militantes anarquistas armados. Una veintena de los más curtidos, probados en mil luchas callejeras, subieron a los camiones. Antonio Ortiz y Ricardo Sanz montaron una ametralladora en el camión que abría la marcha. Las sirenas de las fábricas del barrio comenzaron a ulular llamando al combate. Era la señal acordada para el inicio de la lucha. Y esta vez la alarma de las sirenas cobraba su significado literal de tomar las armas para defenderse del enemigo: "al arma". Los camiones, bandera rojinegra desplegada, seguidos de un cortejo de hombres armados, cantando "Hijos del Pueblo" y "A las barricadas", animados por los vecinos asomados a los balcones, enfilaron hasta la Rambla de Pueblo Nuevo para subir hasta Pedro IV y de allí hacia el centro de la ciudad. Jamás las estrofas de esas canciones habían tenido tanto sentido: "aunque nos espere el dolor y la muerte contra el enemigo nos llama el deber, el bien más preciado es la libertad, hay que defenderla con fe y valor"; "en la batalla la hiena fascista con nuestros cuerpos sucumbirá, y el pueblo entero con los anarquistas hará que triunfe la libertad".

El grupo "Nosotros", constituido en Comité de Defensa Revolucionario, dirigió en Barcelona la insurrección obrera contra el alzamiento militar desde uno de esos camiones aparcado en la Plaza del Teatro. En el propio Pueblo Nuevo los vecinos asaltaron el cuartel de los Docks en la Avenida Icaria, utilizando tácticas que sorprendieron a los militares por su arrojo e imaginación: grandes rollos de cable del puerto fueron usados como barricadas móviles y las puertas del cuartel fueron abatidas por camiones lanzados sobre ellas a toda velocidad. Hoy ese cuartel ha desaparecido entre las reformas urbanísticas de la Villa Olímpica. En treinta horas militares y fascistas fueron derrotados y la ciudad quedó en manos de una federación de barricadas. Luego Pueblo Nuevo vivió la guerra, los bombardeos, el hambre y por fin la derrota, el exilio de muchos vecinos, el campo de concentración del "Cànem", los fusilamientos diarios del Campo de la Bota, y sobre todo muchos años de un miedo al que llamaron paz.El Júpiter, tras el triunfo del fascismo, perdió por segunda vez el escudo de la estrella y las cuatro barras que había recuperado con la llegada de la República. El club era además sospechoso de haber colaborado económicamente con el Socorro Rojo. En 1940 la dictadura franquista intentó convertir al Júpiter en una filial del Español, cambiándole incluso el nombre de Júpiter por el de Hércules. En los años cuarenta el club estuvo a punto de desaparecer y en 1948 cambió el campo de Lope de Vega por el actual de La Verneda, situado entonces en un descampado rodeado de masías y tierras de labranza, muy lejano del núcleo urbano de Pueblo Nuevo. Hoy las masías de La Verneda han desaparecido, sustituidas por enormes bloques de viviendas de más de veinte pisos, sin apenas zonas verdes, herencia terrible del urbanismo desenfrenado y la especulación del suelo de la etapa Porcioles. En el antiguo solar del campo del Júpiter se construyó un colegio público y unos jardines, en lo que es hoy una plaza sin más nombre que el de las cuatro calles que la delimitan. Quizás algún día, no sin lucha mediante, se llame plaza del Júpiter o, por qué no, del 19 de julio de 1936. Hoy, el cuartel de los Docks ha desaparecido bajo las reformas urbanísticas de la Villa Olímpica, sin que nada recuerde la gesta heroica de los combatientes anónimos del proletariado barcelonés. Hoy, en el Campo de la Bota, donde jugó el Júpiter en sus inicios, se ha levantado la explanada, hoteles y palacios del Foro de las Culturas. Y entre los dos edificios más destacados se ha permitido que siguiera en pie una columna de hierro, que ya se había erigido antes, en memoria de tantos que allí fueron fusilados, aunque al parecer oficialmente, y si nadie lo impide, pretenden llamarla Columna de la Concordia. Así pues el Foro se levanta físicamente sobre el mismo lugar donde para satisfacer una venganza fascista insaciable fueron fusiladas desde 1939 hasta 1952 más de tres mil personas, en su mayoría absolutamente inocentes, asesinadas en nombre de Dios, de Franco y de la Iglesia. Ayer, el Campo de la Bota fue un miserable barrio de barracas y lugar de exterminio de los rojos. Hoy, bajo el Foro hay una depuradora y delante una central térmica. Y por supuesto el discurso del poder nos habla de sostenibilidad, de energía limpia, de paz entre los pueblos, de lucha contra la pobreza, de armonía con la naturaleza, es decir, de todo aquello que la propia construcción del Foro niega en la práctica: edificios y espacio público destinados al negocio privado, inversiones multimillonarias ajenas al interés y necesidades de los ciudadanos, con mierda debajo y contaminación enfrente.Nos quieren vender su gestión del caos, la corrupción y la catástrofe imparable a la que nos lleva la descomposición social y económica del capitalismo como el mejor de los paraísos posibles, con operaciones especulativo-financieras hábilmente camufladas como grandes espectáculos, ayer las Olimpiadas y hoy el Fórum. El plan del 22 arroba acabará desplazando a los vecinos del barrio, arrojándoles fuera con una mezquina indemnización, substituyéndolos por yupis con lujosos pisos, favoreciendo la especulación inmobiliaria de siempre, destruyendo los últimos vestigios fabriles, permitiendo la edificación de hoteles y rascacielos irracionales, intentando minimizar el fracaso de su proyecto de establecimiento de empresas de tecnología “limpia", y reduciendo al mínimo posible las zonas verdes o el equipamiento público. El 19 de Julio la calle en Pueblo Nuevo fue del proletariado que la conquistó con las armas tomadas al ejército sublevado, cuando asaltó los cuarteles de San Andrés; hoy es propiedad del complejo urbanístico-empresarial del ayuntamiento, las inmobiliarias y las grandes empresas de servicios, que también en su día tomaron al asalto esos mismos cuarteles para desalojarlos de "marginales, sin-papeles, sin-techo e indeseables". Es la hora histórica del pelotazo continuo: pagan los de siempre.Por cierto, el Júpiter descendió a Primera Catalana, división en la que juega desde 1998. Barcelona, pese a la autocomplacencia municipal y el narcisismo hábilmente inculcado a sus ciudadanos, no juega en la primera división capitalista de las ciudades del mundo: New York, Tokio, París, Londres..., ni tampoco en segunda: Milán, Madrid, Roma, Chicago, Frankfurt, Zurich..., aunque a nuestros gestores de tercera y sus cómplices siempre les quedará la primera catalana.

Agustín Guillamón (julio 2004).

6 de agosto de 2009

:::::::::::::POBLENOU, un barrio obrero:::::::::::::

A finales del siglo XIX, Poblenou se convierte en el principal núcleo industrial del país, hasta el punto de ser denominado el “Manchester Catalán”.
Los viejos republicanos federales tenían gran predicamento en el barrio, pero con los años serían desbordados por los nuevos “radicales”, jóvenes captados por el demagógico discurso de Lerroux. Pero el calado republicano, que se evidencia por la proliferación de ateneos culturales, se le suma otro, el que nace de la injusticia social y de la explotación que durante años se ha vivido en sus fábricas, el de la clase obrera que ha sufrido largas jornadas de trabajo pero también crisis y el paro. Desde los años 70 había ido descubriendo la necesidad y ventajas del apoyo mutuo, de la solidaridad y del asociacionismo, tanto para sus reivindicaciones como para la ayuda en la subsistencia. Nacen las primeras asociaciones obreras y florecen las cooperativas, como “La Artesana” y “La Flor de Maig”, que contaría con sucursales y granjas propias. Poblenou conformaba un barrio , un tejido social, donde coexistían fábricas y viviendas, trabajo y relación humana; pero donde también estallanrevueltas , como la de la Semana trágica, cuando se incendian el Patronato “del Marqués de Comillas”, el convento de las Franciscanas, la Iglesia de Sta. Maria del Taulat , la comisaria…

Pero no sólo el barrio es escenario de la violencia de los explotados sino que desde el 1912 al 1923 lo es del pistolerismo de la patronal y de la ley de fugas aplicada por la policía, que con ello intenta frenar y cortar de raíz el poder de contestación que llega a tener el sindicato de la CNT. La fortaleza del sindicato anarcosindicalista se proyectaría durante la Segunda Repúblicarecogiendo la insatisfacción de la clase obrera por el poco reflejo social del nuevo régimen y despuntaría con la rotunda reacción ante el golpe de Estado fascista del General Franco. Del barrio partirían las principales las fuerzas proletarias que serían decisivas en la derrota del ejército golpista y que se describe con mayor detalle en el anterior post de la mano del historiador Agustín Guillamón.

Barricadas y controles obreros después del golpe de estado fascista de Franco.

18 de julio de 2009

:::::::::::LOS ORÍGENES DEL POBLENOU:::::::::::

Mapa de Barcelona de 1706 con su muralla (la zona más oscura de la derecha es la que ocuparía St. Martí de Provençals)
El lugar que ocupa hoy el barrio del Poblenou fue en la antigüedad una zona húmeda y pantanosa, algo que aún recuerda algunos nombres de sus calles (Llacuna,Joncar, etc).Cuando en la época medieval se erige la parroquia de St. Martí de Provençals todo ese terreno queda incluido en su término, en el que los pastores aprovechan los pastos y los cazadores la abundancia de aves acuáticas que recalaban ahí, en sus migraciones. Pero poco a poco los payeses van ocupando parcelas, las drenan , cultivan y levantan masías. En el siglo XVIII se legalizan y privatizan las propiedades sobre las tierras. Aún entonces es un territorio bastante despoblado, lo que aprovecha el ejército para hacer prácticas de tiro y artillería, de ahí proviene el topónimo del Campo de la Bota. También es a partir de este siglo cuando aparecen las primeras actividades industriales, son los fabricantes indianas, tejidos de algodón estampado, que necesita de abundante agua antes para su blanqueo.Tal actividad va desplazando a pastores y agricultores. En 1740 se construye su Cementerio del Este, fuera de las murallas de la ciudad de Barcelona y que viene a reemplazar todas las fosas y tumbas que tenían la mayoría de iglesias. Es precisamente por estos años cuando en Barcelona se crean las primeras empresas dedicadas a la fabricación de "indianas", tejidos de algodón estampados, que precisan de grandes espacios y de abundante agua para blanquear las telas. Para lo que los amplias lagunas de esta zona de Sant Martí resultan ideales. Así son dichas fábricas las primeras beneficiarias de la privatización sucesiva de los terrenos, lo que marcaría, con los años, el inicio de la revolución industrial, con la instalación de las calderas de vapor y el empleo masivo de mano de obra. Hasta 1716 Sant Martí de Provençals había pertenecido a la jurisdicción de Santa María del Mar, de Barcelona. Pero este año a raíz del decreto de "Nueva Planta" impuesto por Felipe V, en el que Catalunya pierde sus fueros, Sant Martí pasa a ser un municipio independiente.
Es a finales de la década de 1840 cuando en el sur de dicho municipio se conforma una  barriada a la que se le empieza a denominar "Taulat" o "Pueblo Nuevo", siendo finalmente ese último topónimo el que pasó a denominar al barrio, un barrio pero, que al sentirse abandonado por el Ayuntamiento de Sant Martí de Provençals, comenzaría pronto a reclamar su segregación, cosa que se conseguiría en 1870, en pleno "sexenio revolucionario", pero que fue anulada por la Diputación.
La "independencia" municipal de Sant Martí de Provençals, con el Poblenou como gran barrio emergente, se prolongaría hasta la agregación definitiva a Barcelona, que se produciría en 1897 junto con la de otros municipios como Gràcia y Sants. Pero todo ésto ya forma parte de otra historia.