3 de junio de 2012

:Joan P. Fàbregas, la posible vida de un "posibilista":


Cuando el 20 de Julio de 1936 y los días que le siguieron, los anarquistas, fuertemente armados, dueños de la calle, los barrios y las fábricas, renunciaron, ante un futuro incierto a llevar a sus últimas consecuencias sus presupuestos revolucionarios, se abría un camino intermedio que con la "realista"  intención de ganar “primero la guerra”, significó también la pérdida irreparable de su protagonismo.
Se respetaba la Generalitat y se creaba  junto a los partidos burgueses el Comité Central de Milicias Antifascistas. Aún así, los primeros días, primeros meses, el poder real seguia perviviendo en la calle y los barrios, mientras  en las fábricas se había iniciado, antes de cualquier consigna, su apropiación colectiva; en bastantes casos obligada por la precipitada huída de sus dueños.
Cuando la Generalitat y su president Companys se rehízo en el poder a base de atraer a la CNT a participar en su gobierno, una paradoja en  el anarquismo, fue el momento de poner por escrito “los avances revolucionarios”. No era una “socialización” de la economía, un cambio revolucionario de su estructura, sino reconocer lo que  ya eran una realidad, la colectivización, era el momento de “hacer la ley”, de definirla y también de constreñirla, pero especulaciones aparte,  fue la salida “posibilista” escogida. 

Es aquí cuando nuestro personaje tiene un papel crucial, como conseller d’Economía y representando a la CNT. Había nacido en Sant Martí de Provençals en el año 1893  y su nombre era Joan Pau Fàbregas, aunque siempre firmaba como Joan P. Fábregas , lo que fue aprovechado por cierta historiografía nacionalista para renombrarle como Joan Porqueras Fábregas.


Hoy su figura es prácticamente desconocida  y los datos que se encuentran de él a veces son contradictorios, probablemente fomentado por sus enemigos políticos, aunque él mismo quizá colaboró a ello con su cambio de nombre. Hijo de un tabernero, estudió teneduría de libros (contabilidad). Durante la Semana Trágica de 1909 se sabe que fue herido y posteriormente se marchó a Argentina. De vuelta ayudó a su padre en la taberna pero después fue panadero y vendedor de automóbiles, e inició algún negocio particular para acabar trabajando en la Banca Marsans como asesor y consejero comercial a mediados de los años veinte. Y es aquí de donde parte la confusión sobre sus tendencias políticas en aquellos tiempos, y que alguna fuente, utilizada por Carlos Semprún-Maura*, lo hace militar en la conservadora "Lliga Regionalista". El trabajo de Fàbregas está claro que lo lleva a relacionarse con la  rancia burguesia catalana, de hecho son sus clientes, pero otra cosa es que  comulgase con esa derecha, y más cuando, recién proclamada la República, se presenta por las listas de Esquerra Repúblicana de Catalunya (ERC) y  se afilia al Sindicato de Profesiones Liberales de la CNT.
En Enero de 1932 funda el Instituto de Ciencias Económicas de Catalunya dentro del Ateneu Enciclopèdic Popular donde desarrolló su faceta de destacado conferenciante sobre economía política.
Cuando estalló la Guerra Civil en Julio del 36 representó al Sindicato de Profesiones Liberales en el "Consell de l'Escola Nova Unificada" (CENU), lo que pretendía ser la nueva escuela racionalista, única, laica, mixta y en lengua catalana. El 11 de Agosto entraba a formar parte del Consell de Economia de Catalunya donde defendió el criterio de la colectivización. Fàbregas  llegó en un momento en que la organización anarcosindicalista, como indicábamos al principio, había optado por la opción posibilista y precisaba de alguien con fundados conocimientos de  economía.
Una vez los plenos locales y comarcales de la CNT habían dado el visto bueno a la entrada en el gobierno de la Generalitat. Joan P. Fàbregas es designado el 26 de Septiembre, conseller d'Economia en el gobierno que el President Companys delega (!?) en Josep Tarradellas.
En este cargo, Fàbregas redacta y firma el decreto de "Col·lectivitzacions i Control Obrer", la disposición legal en materia de economía más importante promulgada durante la guerra civil. Defendida con tenacidad y con fuertes tensiones, se dice que llegó a sacarle una pistola a Tarradellas.
Sorprendentemente en aquellos momentos Fàbregas se muestra contrario a la entrada de la CNT en el gobierno central y , victima de las presiones internas, el 17 de Diciembre será sustituido por Sinesio García, más conocido por Diego Abad de Santillán. Lo que explica en su libro "Vuitanta dies en el govern de la Generalitat. El que vaig fer i el que no en varen deixar fer"**. Si seguimos las intervenciones de Fàbregas tanto en la Generalitat como en los Comités, tal como aparecen en el libro "La Revolución de los Comités" de Agustín Guillamón, nos damos cuenta de que a sabiendas de que partía de un gobierno interclasista y pretendidamente de "unidad antifascista", Fàbregas es el único que propone medidas realistas y a la vez respetuosas con los primeros logros sociales, con la finalidad manifiesta de estimular una economía maltrecha, y necesitada de un comercio exterior e interior donde circularan las materias primas sin especuladores y capas parasitarias. Si bien ya de hecho el decreto de "Col·lectivitzacions i Control Obrer" era un marco que legalizaba y a la vez limitaba las colectivizaciones, pues se había renunciado a la revolución con el fin de ganar la guerra, las limitaciones reales y contradicciones al espíritu del texto vinieron al poco cuando, libres de Fàbregas y a base de disposiciones posteriores, Tarradellas y Comorera lo tergiversaron fatalmente.
Fàbregas volvió al Sindicato de la Enseñanza y Profesiones Liberales y al comité del CENU hasta Junio de 1937 en que se distancia definitivamente de la política y marcha primero a Francia, temeroso de la venganza estalinista, y al estallar la guerra, a Londres, donde acabó colaborando con la BBC, y ciudad en la que finalmente moriría en 1966.

* "Revolución y contrarrevolución en Cataluña (1936-1937)". Si bien Carlos Semprún-Maura parece basarse en los mismos infundios que sirvieron a los comunistas para apartar a Fabregas del gobierno en su momento. De hecho la misma personalidad y evolución de Carlos Semprun Maura desde posturas comunistas hasta las neoliberales de moda, tampoco le otorgan mucha autoridad en su criterio.
** Ochenta días en el gobierno de la Generalitat. Lo que hice y lo que no me dejaron hacer